El Futurismo
Vanguardia italiana de características revolucionarias, originado en 1909, por Fillipo Tomasso Marinetti al publicar en el periódico Le Fígaro el "Manifiesto del Futurismo"; en el mismo proclamaba poner a prueba sus ideas y formas contra las realidades nuevas de la sociedad científica e industrial de la época. Llamaba a la guerra, y argumentaba el amor por las máquinas de velocidad y la vida moderna. Al mismo tiempo que impugnaba los museos, las librerías, el moralismo y el feminismo.

Esta vanguardia se basó en la búsqueda de nuevos modos de expresión, siendo los primeros en romper con las formas tradicionales de lectura y diagramación (de arriba a abajo, de izquerda a derecha); representaron la energía de la velocidad con arcos dinámicos y superestructuras, y textos repartidos a modo de collage, utilizando a la tipografía como elemento autónomo de diseño.
La poesía de Marinetti poseían una fuerte carga emotiva, este dinamismo y sentimiento fue llevado al diseño tipográfico del periódico "Lacerba", publicado por Giovanni Papini a partir de 1913.
El Futurismo fue revolucionario en todas las áreas del arte; pero puso a prueba, por sobre todas las cosas al diseño de página, ya que la armonía fue rechazada como cualidad del diseño, debido a que contradecía los saltos y estallidos del estilo futuristas que fluían a lo largo de la página, lugar en donde había nacido el nuevo diseño.

La principal diferencia con el "diseño tipográfico tradicional" era que éste había tenido, a lo largo de la historia una alineación horizontal, el futurismo buscó liberarse de esta tradición, animando las páginas con una composición dinámica, no lineal realizada por medio de palabras y letras pegadas en lugar de la reproducción fotográfica (Palabras libres).
Su corta existencia aproximadamente hasta 1914, influyó en las obras de Marcel Duchamp, Fernand Léger y Robert Delauny en París, así como en el Constructivismo, el Dadaísmo y De Stijl.
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